El periodo posclásico maya es una etapa crucial en la historia de las civilizaciones mesoamericanas, que se extiende desde el año 900 hasta el 1521 d.C., aproximadamente. Durante este tiempo, los antiguos mayas vivieron transformaciones sociales, políticas y culturales significativas. Este artículo explorará en profundidad qué sucedió durante este periodo, cómo se diferencia del clásico y qué legado dejó. Si quieres entender la evolución de esta cultura ancestral, este contenido te guiará paso a paso a través de su historia.
¿Qué es el periodo posclásico maya?
El periodo posclásico maya es la última etapa de la historia prehispánica de los mayas, sucediendo al periodo clásico que se extendió entre los años 250 y 900 d.C. Durante este tiempo, las grandes ciudades-estado que habían sido centros culturales y políticos durante el clásico, como Palenque, Tikal o Calakmul, entraron en declive. Sin embargo, otras ciudades como Chichén Itzá, Mayapán y Uxmal se convirtieron en los nuevos centros de poder. Este cambio no solo fue geográfico, sino también cultural y económico, lo que da lugar a una nueva dinámica en la región maya.
Un dato curioso es que, durante el periodo posclásico, el comercio se volvió más interconectado entre las distintas regiones mesoamericanas. Esto permitió el intercambio de ideas, materiales y productos como la obsidiana, la sal y el cacao, fortaleciendo las relaciones entre los mayas y otros pueblos como los toltecas. Además, se registran influencias artísticas y arquitectónicas en Chichén Itzá que reflejan un mestizaje cultural con elementos toltecas, lo que indica una interacción más compleja de lo que se pensaba.
El auge y caída de los centros mayas durante el posclásico
El periodo posclásico no solo fue un momento de transformación, sino también de reorganización social y política. Mientras que en el clásico se observaba una descentralización del poder con múltiples ciudades-estado independientes, en el posclásico se da un mayor centralismo en algunas regiones, especialmente en el norte de Yucatán. Mayapán, por ejemplo, se convirtió en un estado dominante que controlaba a otras ciudades a través de un sistema de tributo y alianzas políticas.
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Esta centralización no fue uniforme en toda la región maya. En el sur, en lo que hoy es Guatemala y Belice, el declive de las grandes ciudades clásicas fue más evidente, lo que llevó a una reducción en la construcción monumental y en la producción de inscripciones en piedra. Por otro lado, en el norte, las ciudades como Chichén Itzá y Uxmal se convirtieron en centros turísticos y ceremoniales importantes, con una arquitectura que reflejaba tanto influencias mayas como extranjeras.
El posclásico también fue un momento de crisis ecológica y social. El desgaste de los recursos naturales, posiblemente por deforestación y sequías prolongadas, contribuyó al abandono de ciudades. Además, conflictos internos y guerras entre ciudades-estado debilitaron el tejido social, lo que facilitó la posterior conquista española.
El legado cultural del periodo posclásico maya
A pesar del declive de las grandes ciudades, el periodo posclásico dejó un legado cultural profundo. Se mantuvieron prácticas como la agricultura de terrazas, la construcción de templos dedicados a deidades como Kukulcán, y el uso de calendarios como el Tzolk’in y el Haab’. Además, se preservaron conocimientos astronómicos y matemáticos, como el uso del cero y la numeración vigesimal, que seguían vigentes en las comunidades mayas.
Otro aspecto destacable es la persistencia de la lengua maya. Aunque no se conservaron tantas inscripciones como en el clásico, el uso de los idiomas mayas siguió siendo fundamental en la vida cotidiana y en la comunicación entre las diferentes regiones. Esta continuidad lingüística ayudó a mantener la identidad cultural maya incluso durante los siglos de influencia extranjera.
Ejemplos de ciudades mayas en el periodo posclásico
Una de las ciudades más emblemáticas del posclásico es Chichén Itzá, ubicada en el norte de Yucatán. Este lugar se convirtió en un centro ceremonial y comercial, con edificios como el Castillo (Kukulcán) y el Gran Juego de Pelota. La arquitectura de Chichén Itzá muestra una mezcla de estilos mayas y toltecas, lo que refleja las interacciones culturales de la época.
Otra ciudad destacada es Mayapán, que dominó gran parte de la península de Yucatán durante el posclásico. Este lugar fue el centro de un estado confederado que controlaba a otras ciudades mediante un sistema de tributo. Mayapán se caracterizaba por su arquitectura en escalera y por su organización política descentralizada pero con un liderazgo central.
En el sur, en lo que hoy es Quintana Roo, se encuentra Uxmal, una ciudad que se destacó por su estilo arquitectónico posclásico, con edificios como el Palomar y el Museo. Uxmal se convirtió en un importante centro ceremonial y se mantuvo activo hasta la llegada de los españoles.
El concepto de resiliencia cultural en el periodo posclásico
El periodo posclásico puede entenderse como un ejemplo de resiliencia cultural. A pesar de los desafíos ecológicos, sociales y políticos, las comunidades mayas no solo sobrevivieron, sino que también adaptaron sus prácticas y mantuvieron su identidad. Esta resiliencia se refleja en la capacidad de los mayas para reorganizar su sociedad, mantener su lengua y adaptar su religión y rituales a nuevas circunstancias.
Un ejemplo de esta adaptación es la construcción de nuevas formas de gobierno, como el sistema de cacicazgos que se desarrolló en el posclásico. Estos cacicazgos eran pequeños estados gobernados por líderes locales, lo que permitió una mayor flexibilidad frente a los conflictos internos y la presión externa. Además, los mayas incorporaron elementos de otras culturas, como los toltecas, sin perder su esencia cultural.
Cinco ciudades mayas representativas del periodo posclásico
- Chichén Itzá: Conocida por el Castillo de Kukulcán y su arquitectura mesoamericana.
- Mayapán: Centro político y económico del norte de Yucatán.
- Uxmal: Destacada por su estilo posclásico y su arquitectura ceremonial.
- Coba: Importante por su sistema de canales de drenaje y sus extensas ruinas.
- Ek Balam: Conocida por su templo del Sol y su inscripción en piedra.
Estas ciudades no solo son testimonios arqueológicos, sino también centros turísticos que atraen a miles de visitantes cada año, interesados en la historia y cultura maya.
El posclásico maya y su relación con otros pueblos mesoamericanos
Durante el periodo posclásico, los mayas mantuvieron relaciones con otras civilizaciones mesoamericanas, como los toltecas. La influencia tolteca se hace evidente en Chichén Itzá, donde se encuentran estilizaciones artísticas, como el uso de la figura de Quetzalcóatl, que se identifica con Kukulcán en la cultura maya. Esta interacción no fue solo cultural, sino también política y comercial.
Otra relación importante fue con los pueblos del centro de México, como los mexicas. Aunque no hubo una fusión directa, los mayas del posclásico conocían a los aztecas y mantenían un intercambio indirecto a través de otras culturas. Esta conexión se reflejó en la simbología y en los mitos que compartían ambas civilizaciones, como la figura del dios de la guerra y la muerte.
¿Para qué sirve estudiar el periodo posclásico maya?
Estudiar el periodo posclásico maya es fundamental para entender cómo las civilizaciones responden a crisis y cómo se transforman con el tiempo. Este periodo nos muestra cómo los mayas, ante la caída de sus ciudades clásicas, pudieron reorganizarse y crear nuevas formas de vida social y política. Además, nos permite comprender cómo interactuaban con otras civilizaciones y cómo se adaptaban a los cambios ambientales.
También es útil para la identidad cultural de los pueblos mayas actuales. El estudio del posclásico ayuda a reconstruir su historia y a valorar su legado, lo que fortalece su identidad y permite una mejor preservación de sus tradiciones. Además, desde un punto de vista académico, es una riqueza para la arqueología, la antropología y la historia.
El posclásico maya y su sinónimo: el periodo final
El periodo posclásico también puede referirse como el periodo final de la civilización maya prehispánica. Este término resalta el hecho de que, durante esta etapa, la cultura maya comenzó a declinar y a enfrentar desafíos que llevaron a su desaparición como civilización independiente. Sin embargo, no significa que el legado maya haya terminado, sino que se transformó.
Este periodo final se caracterizó por una menor producción de arte y escritura, lo que ha dificultado la comprensión completa de esta etapa. Aun así, los vestigios que se han encontrado, como templos, códices y artefactos, nos permiten reconstruir parte de su historia y entender cómo los mayas respondieron a los cambios de su entorno.
Las características sociales del periodo posclásico maya
En el periodo posclásico, la sociedad maya experimentó cambios significativos. La estructura social se volvió más centralizada en algunas regiones, con líderes que controlaban grandes territorios. En otras áreas, como el sur de Mesoamérica, se mantuvo un sistema más descentralizado. La nobleza siguió siendo una clase importante, pero su poder se veía limitado por factores como la guerra o el desgaste ecológico.
La vida cotidiana también cambió. Aunque se mantuvieron prácticas como la agricultura y la religión, estas se adaptaron a las nuevas condiciones. Por ejemplo, se utilizaron técnicas de siembra más sostenibles y se construyeron sistemas de drenaje para evitar inundaciones. La religión también evolucionó, con una mayor importancia en rituales relacionados con la protección contra desastres naturales.
El significado del periodo posclásico maya
El periodo posclásico maya representa una transición importante en la historia de Mesoamérica. No solo marca el declive de una civilización antigua, sino también el inicio de nuevas formas de organización social y cultural. Este periodo es clave para entender cómo los mayas respondieron a los desafíos de su entorno y cómo se integraron a otros pueblos mesoamericanos.
El posclásico también nos enseña que no todas las civilizaciones desaparecen. Aunque las ciudades mayas se abandonaron, la cultura maya sobrevivió en sus pueblos, en su lengua y en sus prácticas. Este legado es visible en las comunidades mayas de hoy, que siguen hablando sus idiomas y celebrando sus tradiciones.
¿Cuál es el origen del periodo posclásico maya?
El origen del periodo posclásico maya está relacionado con el colapso de las grandes ciudades mayas del clásico. Este colapso tuvo múltiples causas, como sequías prolongadas, conflictos internos, cambios ecológicos y una sobreexplotación de los recursos. A medida que las ciudades del clásico declinaban, otras comenzaron a surgir como centros de poder, dando lugar al posclásico.
Este cambio no fue inmediato, sino que se desarrolló durante siglos. En el norte de Yucatán, por ejemplo, Chichén Itzá se convirtió en un importante centro cultural y comercial, mientras que en el sur, el declive fue más evidente. Este proceso de transición refleja la complejidad de la historia maya y la capacidad de los pueblos para adaptarse a nuevas realidades.
El posclásico maya y su sinónimo: el periodo terminal
El periodo posclásico también puede llamarse el periodo terminal, un término que resalta su naturaleza como etapa final antes de la llegada de los europeos. Este periodo terminal es crucial para entender el paso de una civilización independiente a una que fue absorbida por fuerzas externas. Aunque el periodo terminal no marcó el fin total de la cultura maya, sí fue el momento en el que se perdió el control sobre las ciudades y se debilitó su organización política.
Este periodo terminal también es conocido por ser el momento en el que los mayas comenzaron a interactuar más con otras culturas, como los toltecas y los mexicas. Esta interacción no solo fue cultural, sino también económica y política, lo que ayudó a redefinir su identidad en un contexto más amplio.
¿Cómo se diferencia el posclásico del clásico?
El periodo posclásico se diferencia del clásico de varias maneras. En el clásico, las ciudades mayas estaban en su máximo esplendor, con una producción artística y arquitectónica muy avanzada. En el posclásico, por el contrario, se da un declive en la construcción monumental y una disminución en la producción de inscripciones en piedra.
Otra diferencia es la organización política. Mientras que en el clásico los mayas tenían ciudades-estado independientes con una estructura descentralizada, en el posclásico se da una mayor centralización en algunas regiones, como el norte de Yucatán. Además, el posclásico se caracteriza por un mayor contacto con otras culturas mesoamericanas, lo que no era tan común en el clásico.
Cómo usar el término periodo posclásico maya y ejemplos de uso
El término periodo posclásico maya se utiliza principalmente en contextos académicos, arqueológicos y educativos para referirse a la última etapa de la historia prehispánica de los mayas. Es común en investigaciones, libros de texto, guías turísticas y documentales.
Ejemplos de uso:
- El periodo posclásico maya es una etapa crucial para entender la evolución de las civilizaciones mesoamericanas.
- Durante el periodo posclásico maya, Chichén Itzá se convirtió en un importante centro ceremonial.
- En el periodo posclásico maya, los mayas interactuaron con otras culturas como los toltecas.
Este término también puede usarse para describir artefactos, construcciones o prácticas que datan de esa época. Por ejemplo: Este templo es un ejemplo típico del arte posclásico maya.
Las causas del declive del periodo posclásico maya
El declive del periodo posclásico maya no fue causado por un solo factor, sino por una combinación de problemas ecológicos, sociales y políticos. Uno de los factores más importantes fue el cambio climático, con sequías prolongadas que afectaron la producción agrícola. Esto llevó a la escasez de alimentos y a conflictos internos entre las diferentes ciudades-estado.
Otra causa fue la sobreexplotación de los recursos naturales. La deforestación para la expansión urbana y la agricultura llevaron a la degradación del suelo y a la pérdida de biodiversidad. Además, los conflictos entre ciudades por el control de recursos y territorios generaron inestabilidad política, lo que debilitó la estructura social maya.
Por último, la llegada de los europeos al continente no fue inmediata, pero marcó el final de la civilización maya como la conocemos. La conquista española se benefició del debilitamiento previo de las estructuras mayas durante el posclásico.
El impacto del posclásico maya en la historia moderna
El periodo posclásico maya tiene un impacto significativo en la historia moderna. No solo por su valor académico, sino porque su legado sigue presente en las comunidades mayas actuales. Las tradiciones, la lengua y las prácticas culturales que sobrevivieron durante el posclásico son elementos esenciales de la identidad maya en el presente.
Además, los vestigios arqueológicos de esta época atraen a millones de turistas cada año, contribuyendo al desarrollo económico de regiones como Yucatán, Quintana Roo y Chiapas. La preservación de estos sitios es fundamental no solo para la historia, sino también para el turismo y la educación.
Por último, el estudio del posclásico maya nos enseña sobre la resiliencia cultural y la capacidad de los pueblos para adaptarse a los cambios. Esta lección es especialmente relevante en tiempos de crisis ambientales y sociales como los que enfrentamos hoy.
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