Que es el proceso de tercerizacion

Que es el proceso de tercerizacion

En el mundo empresarial, es común escuchar hablar de externalización, o en este caso, de tercerización. Este término se refiere al proceso mediante el cual una empresa contrata a una tercera parte para que realice funciones o tareas que anteriormente eran responsabilidad interna. Este artículo explorará a fondo qué implica el proceso de tercerización, sus beneficios, desafíos y cómo se aplica en diferentes sectores.

¿Qué es el proceso de tercerización?

El proceso de tercerización, también conocido como outsourcing, consiste en delegar ciertas actividades, procesos o servicios a empresas externas especializadas. Este modelo permite a las organizaciones enfocarse en sus funciones principales, mientras otros proveedores manejan tareas secundarias o complementarias. Por ejemplo, una empresa podría externalizar el soporte técnico, la gestión de nómina o incluso el marketing digital a otra compañía.

Un dato interesante es que la tercera revolución industrial marcó un antes y un después en la adopción de la tercerización. A medida que las empresas comenzaron a globalizarse y a buscar eficiencia, se dieron cuenta de que delegar ciertos procesos a terceros no solo reducía costos, sino que también mejoraba la calidad de los servicios. En la década de 1990, empresas como IBM y Microsoft comenzaron a externalizar servicios para concentrarse en su núcleo tecnológico.

Además, la tercerización no es exclusiva de grandes corporaciones. Empresas pequeñas y medianas también la utilizan para manejar actividades como atención al cliente, logística o incluso diseño gráfico, mediante plataformas digitales. Este modelo se ha convertido en una estrategia clave en el entorno competitivo actual.

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La externalización como estrategia de gestión empresarial

La externalización, que es otro término común para la tercerización, se ha convertido en una herramienta estratégica para optimizar recursos. Al delegar tareas a terceros, las organizaciones pueden reducir costos operativos, mejorar la productividad y acceder a tecnología o conocimientos especializados sin tener que invertir en infraestructura adicional. Por ejemplo, una empresa de ropa que externaliza su logística puede beneficiarse de los sistemas de transporte y almacenamiento de una empresa logística especializada.

Este enfoque no solo es económico, sino también operativo. Las empresas pueden adaptarse más rápidamente a los cambios del mercado gracias a la flexibilidad que ofrece la externalización. Si una startup necesita aumentar su capacidad de atención al cliente durante un periodo de crecimiento, puede contratar a un proveedor de call center sin contratar personal propio. Esto le permite escalar sin comprometer su capital.

Otro aspecto importante es la capacidad de innovación. Al trabajar con terceros, las empresas pueden acceder a nuevas ideas, metodologías y herramientas que no poseían internamente. Por ejemplo, una marca tradicional puede colaborar con una agencia de marketing digital para implementar estrategias de publicidad en redes sociales, algo que no era parte de su experiencia previa.

Ventajas y riesgos de la externalización

Aunque la tercerización ofrece múltiples beneficios, también conlleva riesgos que no deben ignorarse. Uno de los principales beneficios es la reducción de costos operativos, ya que las empresas no tienen que soportar gastos fijos asociados al personal, infraestructura o capacitación. Además, al externalizar procesos, las empresas pueden dedicar más tiempo a su actividad principal, lo que se traduce en mayor eficiencia.

Sin embargo, existen riesgos como la pérdida de control sobre ciertos procesos. Si el proveedor no cumple con los estándares esperados, puede afectar la calidad del servicio o incluso la reputación de la empresa. También puede surgir un problema de confidencialidad si los datos sensibles son compartidos con terceros. Por eso, es fundamental elegir proveedores confiables y establecer contratos claros con metas definidas.

Otro riesgo es la dependencia excesiva del proveedor. Si una empresa se vuelve muy dependiente de un tercero, podría enfrentar dificultades si este decide finalizar el contrato o aumentar sus tarifas. Para mitigar estos riesgos, es recomendable diversificar proveedores o implementar planes de contingencia.

Ejemplos claros de tercerización en diferentes sectores

La tercerización se aplica en una amplia gama de sectores, cada uno con su propia dinámica. Por ejemplo, en el sector de tecnología, empresas como Google o Apple externalizan la fabricación de sus productos a proveedores como Foxconn o Pegatron. Esto les permite mantener un enfoque en el diseño y la innovación, mientras otros se encargan de la producción física.

En el sector financiero, es común externalizar servicios como la gestión de cobranzas, la atención al cliente o la auditoría. Bancos como BBVA o Santander colaboran con empresas de servicios financieros para gestionar ciertos aspectos de sus operaciones. Esto les permite ofrecer servicios de mayor calidad a sus clientes sin necesidad de mantener equipos internos dedicados exclusivamente a estas tareas.

Otro ejemplo es el sector de la salud. Hospitales y clínicas a menudo externalizan la gestión de sus sistemas informáticos, la limpieza o incluso la alimentación de los pacientes. Esto les permite concentrarse en lo que es su principal función: brindar atención médica de calidad.

Conceptos clave relacionados con la externalización

Para entender a fondo el proceso de tercerización, es importante conocer algunos conceptos clave. Uno de ellos es el outsourcing estratégico, que se refiere a la externalización de procesos críticos que pueden dar ventaja competitiva. Por ejemplo, una empresa de software podría externalizar su soporte técnico, pero mantener internamente el desarrollo de algoritmos, ya que es su núcleo diferenciador.

Otro concepto es el nearshoring, que implica externalizar servicios a países cercanos geográficamente, con el objetivo de reducir costos pero manteniendo una mayor proximidad y facilidad de comunicación. Esto es común entre empresas europeas que externalizan a proveedores en el norte de África o empresas norteamericanas que externalizan a proveedores en México.

También existe el offshoring, donde las empresas externalizan a países lejanos, generalmente con menores costos laborales. Este modelo es popular en la industria de tecnología, donde empresas de Estados Unidos externalizan desarrollo de software a India o Filipinas.

Recopilación de servicios comunes en tercerización

Existen múltiples servicios que suelen externalizarse con éxito. Algunos de los más comunes incluyen:

  • Atención al cliente (Call Center): Proveedores especializados manejan llamadas, correos y chat en nombre de las empresas.
  • Gestión de nómina y recursos humanos: Empresas de RRHH manejan contrataciones, nóminas, capacitaciones y beneficios.
  • Servicios de marketing digital: Agencias manejan campañas en redes sociales, SEO, publicidad en Google y análisis de datos.
  • Desarrollo de software y soporte técnico: Empresas de tecnología externalizan programación, soporte y actualizaciones.
  • Logística y distribución: Empresas de transporte y almacenamiento manejan la cadena de suministro.

La elección de qué servicios externalizar depende de la naturaleza del negocio, los objetivos estratégicos y los recursos disponibles. Cada empresa debe evaluar cuáles son las tareas que pueden delegarse sin comprometer la calidad o el control.

Modelos de tercerización en el entorno global

En el entorno global actual, la tercerización se ha diversificado en varios modelos. Uno de los más conocidos es el outsourcing offshore, donde las empresas externalizan servicios a países con menor costo laboral y similares en idioma o cultura. Por ejemplo, muchas empresas de Estados Unidos externalizan servicios de atención al cliente a Filipinas, país donde el inglés es ampliamente hablado.

Otro modelo es el nearshoring, que se ha popularizado especialmente en Europa y América Latina. En este caso, las empresas externalizan a proveedores cercanos para facilitar la comunicación y reducir costos. Por ejemplo, empresas españolas externalizan a proveedores en Marruecos o Portugal, mientras que empresas canadienses lo hacen en México.

El outsourcing onshore es menos común pero no menos efectivo. En este modelo, las empresas externalizan a proveedores dentro del mismo país, lo que permite mantener un mayor control y mayor facilidad de comunicación. Este modelo es ideal para empresas que necesitan garantizar altos estándares de calidad y cumplimiento normativo.

¿Para qué sirve el proceso de tercerización?

La tercerización sirve principalmente para optimizar los recursos de una empresa y mejorar su competitividad. Al externalizar tareas, una empresa puede reducir costos operativos, acceder a tecnología avanzada y concentrarse en su actividad principal. Por ejemplo, una empresa de moda que externaliza la logística puede enfocarse en el diseño y la comercialización, mientras que otra que externaliza la atención al cliente puede mejorar la experiencia del usuario sin tener que contratar personal.

Además, la tercerización permite una mayor flexibilidad operativa. Las empresas pueden ajustar rápidamente el volumen de servicios según las necesidades del mercado. Esto es especialmente útil en sectores estacionales o con fluctuaciones constantes. Por ejemplo, una empresa de servicios de catering puede externalizar la logística de transporte durante eventos masivos, sin tener que mantener una flota permanente.

Otro uso importante es la entrada a nuevos mercados. Al colaborar con proveedores locales en otro país, una empresa puede expandirse sin invertir en infraestructura allí. Esto es común en empresas que quieren probar su servicio en un mercado extranjero antes de establecer una presencia física.

Variantes del proceso de externalización

Existen varias variantes del proceso de externalización, cada una con características específicas. Una de ellas es el outsourcing a largo plazo, donde la relación con el proveedor es duradera y los procesos están profundamente integrados. Por ejemplo, una empresa automotriz puede externalizar la fabricación de ciertos componentes a un proveedor durante años, con un contrato a largo plazo.

El outsourcing a corto plazo, por otro lado, es más flexible y se utiliza para proyectos específicos o temporales. Por ejemplo, una empresa puede externalizar la gestión de una campaña de marketing durante un mes, sin comprometerse con un proveedor a largo plazo.

También existe el model outsourcing, donde la empresa contrata a un proveedor para manejar un modelo completo de negocio. Esto es común en sectores como la telefonía, donde operadoras externalizan la gestión de redes a empresas de infraestructura.

Externalización y su impacto en el mercado laboral

La externalización tiene un impacto significativo en el mercado laboral, tanto positivo como negativo. Por un lado, genera empleos en sectores donde las empresas se especializan. Por ejemplo, en India, millones de personas trabajan en call centers y en servicios de soporte técnico para empresas extranjeras, lo que ha generado un crecimiento económico significativo.

Por otro lado, puede llevar a la pérdida de empleos en el país donde se externaliza. En algunos casos, las empresas optan por externalizar procesos para reducir costos laborales, lo que puede afectar a trabajadores que pierden sus empleos. Esto ha generado controversia en varios países, donde se ha debatido sobre el equilibrio entre eficiencia y responsabilidad social.

Además, la externalización puede generar desigualdades. Si una empresa externaliza a un país con menores salarios y regulaciones laborales, puede aprovecharse de trabajadores en condiciones no óptimas. Por eso, es importante que las empresas monitoreen las condiciones laborales de sus proveedores.

El significado del proceso de tercerización

El proceso de tercerización no es solo un término administrativo, sino una estrategia empresarial que busca optimizar recursos, reducir costos y mejorar la competitividad. En esencia, se trata de delegar funciones a terceros que tienen mayor especialización o capacidad para realizarlas de manera más eficiente. Por ejemplo, una empresa de alimentos puede externalizar su logística a una compañía especializada en transporte y almacenamiento, para garantizar que sus productos lleguen a tiempo y en óptimas condiciones.

Este proceso también tiene un componente estratégico. Al externalizar ciertos procesos, una empresa puede liberar capital para invertir en innovación o expansión. Además, permite a las empresas adaptarse rápidamente a los cambios del mercado, ya que pueden ajustar sus proveedores según las necesidades.

El significado de la tercerización también incluye aspectos culturales y éticos. Es importante que las empresas elijan proveedores que compartan sus valores y que cumplan con estándares éticos, ambientales y laborales. Esto no solo beneficia a la empresa, sino también a la sociedad en general.

¿Cuál es el origen del término tercerización?

El término tercerización tiene su origen en la necesidad de las empresas de delegar funciones a terceros que no son parte de su estructura interna. Aunque el concepto de externalización ha existido por siglos, el uso del término tercerización como tal se popularizó en la década de 1980, con el auge del outsourcing en la industria de la tecnología y el software.

En la década de 1990, con la globalización y el avance de la tecnología, la tercerización se convirtió en una práctica común. Empresas de todo el mundo comenzaron a externalizar servicios como soporte técnico, atención al cliente y gestión de nómina a proveedores en otros países. Esto permitió a las empresas reducir costos y mejorar la eficiencia.

El término tercerización proviene del hecho de que la función es delegada a una tercera parte, es decir, una entidad distinta tanto de la empresa como del cliente. Esta definición se ha mantenido a lo largo del tiempo, aunque el alcance y la aplicación del proceso han evolucionado significativamente.

Sinónimos y variantes del proceso de tercerización

Existen varios sinónimos y variantes del proceso de tercerización, dependiendo del contexto en el que se utilice. Algunos de los términos más comunes incluyen:

  • Outsourcing: Es el término en inglés que se utiliza para describir la externalización de funciones.
  • Nearshoring: Externalización a países cercanos geográficamente.
  • Offshoring: Externalización a países lejanos, generalmente con menores costos laborales.
  • Outtasking: Externalización de tareas específicas, en lugar de procesos completos.
  • Subcontratación: Cuando una empresa contrata a otra para realizar una parte del proyecto que ya ha sido externalizado.

Cada uno de estos términos describe un enfoque ligeramente diferente de la externalización, pero todos comparten el mismo objetivo: optimizar recursos y mejorar la eficiencia. Es importante que las empresas entiendan estas diferencias para elegir la estrategia más adecuada según sus necesidades.

¿Cómo se implementa la tercerización?

La implementación de la tercerización implica varios pasos clave para garantizar el éxito del proceso. En primer lugar, es fundamental identificar cuáles son los procesos que pueden externalizarse. Esto se hace mediante una evaluación del negocio para determinar qué tareas son críticas y cuáles pueden delegarse.

Una vez identificados los procesos, es necesario elegir al proveedor adecuado. Esto implica investigar el mercado, comparar precios, evaluar la experiencia y verificar referencias. Es importante elegir un proveedor que no solo ofrezca un buen precio, sino que también tenga la capacidad y la reputación necesarias para cumplir con los objetivos.

Después de seleccionar al proveedor, se firma un contrato detallado que establezca las metas, los estándares de calidad, los plazos y las penalidades en caso de incumplimiento. Este contrato es fundamental para garantizar que ambos lados tengan claros sus responsabilidades y expectativas.

Finalmente, es importante monitorear continuamente el rendimiento del proveedor. Esto se puede hacer mediante reuniones periódicas, reportes de desempeño y evaluaciones de satisfacción. El monitoreo permite identificar problemas a tiempo y hacer ajustes necesarios para mantener la calidad del servicio.

Cómo usar el proceso de tercerización y ejemplos prácticos

Para aplicar correctamente el proceso de tercerización, una empresa debe seguir una serie de pasos estratégicos. En primer lugar, debe realizar una auditoría interna para identificar qué procesos pueden externalizarse. Esto puede incluir tareas como la atención al cliente, el soporte técnico, la gestión de nómina o incluso el marketing digital.

Una vez que se identifican los procesos, es importante definir los objetivos de la externalización. Por ejemplo, si la meta es reducir costos, se debe buscar un proveedor que ofrezca un buen precio sin comprometer la calidad. Si la meta es mejorar la eficiencia, se debe buscar un proveedor que aporte valor añadido al proceso.

Un ejemplo práctico es una empresa de comercio electrónico que externaliza su logística. En lugar de mantener una flota propia para la entrega de productos, la empresa puede contratar a una empresa de transporte que ya posee la infraestructura necesaria. Esto le permite reducir costos y mejorar la entrega de productos a sus clientes.

Otro ejemplo es una empresa de tecnología que externaliza su soporte técnico. Al contratar a un proveedor de soporte, la empresa puede ofrecer a sus clientes un servicio de atención más rápido y eficiente, sin tener que contratar personal adicional. Esto no solo mejora la experiencia del cliente, sino que también mejora la reputación de la empresa.

Cómo elegir el mejor proveedor de tercerización

Elegir el mejor proveedor de tercerización es un paso crítico para el éxito del proceso. Es fundamental que la empresa evalúe cuidadosamente a los proveedores candidatos. Esto implica comparar no solo precios, sino también experiencia, capacidad, reputación y compatibilidad con los valores de la empresa.

Una buena forma de evaluar proveedores es mediante una puntuación basada en criterios clave. Estos pueden incluir: calidad del servicio, tiempo de respuesta, nivel de personalización, capacidad de innovación y cumplimiento normativo. Es importante que la empresa elija un proveedor que no solo ofrezca un buen servicio, sino que también sea capaz de adaptarse a sus necesidades específicas.

También es recomendable realizar pruebas o demostraciones antes de firmar un contrato. Esto permite a la empresa evaluar la capacidad real del proveedor y verificar si cumple con las expectativas. Además, es importante negociar claramente los términos del contrato, incluyendo metas, plazos y mecanismos de evaluación.

Finalmente, es importante mantener una relación de colaboración con el proveedor. La comunicación constante y el feedback constructivo son clave para asegurar que el proceso de tercerización sea exitoso a largo plazo.

Futuro de la tercerización y tendencias actuales

El futuro de la tercerización está marcado por la digitalización, la automatización y la inteligencia artificial. Cada vez más empresas están externalizando tareas que pueden ser realizadas por robots o algoritmos, como el análisis de datos, la atención al cliente mediante chatbots o incluso la gestión de inventarios en tiempo real.

Una tendencia importante es el aumento de la colaboración entre empresas y proveedores para crear soluciones personalizadas. En lugar de externalizar procesos de forma genérica, las empresas buscan proveedores que puedan adaptarse a sus necesidades específicas. Esto implica una mayor integración entre las partes y una mayor flexibilidad en los contratos.

Otra tendencia es la externalización de servicios en la nube. Muchas empresas están externalizando la gestión de sus sistemas informáticos a proveedores especializados en servicios en la nube, como AWS, Google Cloud o Microsoft Azure. Esto les permite reducir costos de infraestructura y acceder a tecnologías avanzadas sin necesidad de invertir en hardware propio.

En el futuro, la tercerización no solo será una herramienta de reducción de costos, sino también una estrategia de innovación y crecimiento. Las empresas que elijan correctamente a sus proveedores y gestionen bien la relación, podrán aprovechar al máximo el potencial de la externalización.