El pleonasmo es una figura literaria que, aunque a primera vista puede parecer redundante, tiene un propósito estilístico y expresivo muy particular. Se trata de añadir más información de la necesaria para resaltar, enfatizar o crear un efecto retórico. En este artículo exploraremos a fondo qué significa esta figura, cómo se utiliza en la literatura y en el lenguaje cotidiano, y te daremos ejemplos claros para entenderla de manera completa.
¿Qué es el pleonasmo como figura literaria?
El pleonasmo se define como una figura retórica que consiste en el uso de más palabras de las necesarias para expresar una idea. Esto puede parecer una redundancia, pero en realidad, su función es subrayar un mensaje, dar énfasis o incluso crear un efecto poético o emocional. Por ejemplo, decir una vez más en lugar de otra vez es un pleonasmo, ya que ambas expresiones significan lo mismo, pero la primera agrega un tono más formal o dramático.
Además, el pleonasmo se utiliza frecuentemente en la poesía, la oratoria y en la literatura para resaltar emociones o ideas centrales. Por ejemplo, en la frase caer al suelo, la palabra suelo ya implica piso, por lo que la frase podría simplificarse a caer al piso, pero la primera opción tiene un peso poético mayor.
Un dato interesante es que el pleonasmo ha sido utilizado desde la antigüedad. En los discursos de oradores griegos como Demóstenes, o en los textos bíblicos, se encuentran ejemplos de esta figura. En la literatura clásica también se usa con frecuencia para dotar de intensidad a las descripciones o emociones.
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El pleonasmo como herramienta estilística en la lengua
El pleonasmo no es solo un exceso de palabras; es una herramienta estilística que puede enriquecer el lenguaje y dar más fuerza a las expresiones. Al añadir redundancias intencionadas, el autor puede enfatizar un concepto, crear ritmo o incluso provocar una reacción emocional en el lector. Por ejemplo, en la frase llorar lágrimas de tristeza, la palabra lágrimas ya implica tristeza, pero la repetición resalta la intensidad del sentimiento.
En la comunicación oral, el pleonasmo también tiene un papel importante. Se usa para recalcar ideas en discursos, entrevistas o incluso en el lenguaje coloquial. Por ejemplo, cuando alguien dice lo que es más, encima, está usando un pleonasmo para enfatizar la acumulación de circunstancias negativas.
La utilidad del pleonasmo radica en su capacidad para dotar de matices al lenguaje. En la literatura, permite al escritor construir una atmósfera, transmitir emociones más intensamente o incluso jugar con la percepción del lector. Por ejemplo, en la frase la noche oscura, la palabra oscura ya implica que es noche, pero la redundancia ayuda a crear una imagen más vívida y evocadora.
El pleonasmo y su relación con otras figuras literarias
El pleonasmo puede coexistir con otras figuras literarias, como la hipérbole, la metáfora o la anáfora, creando efectos retóricos más complejos. Por ejemplo, en la frase caer al suelo con la fuerza de mil terremotos, el pleonasmo se combina con la hipérbole para resaltar el impacto de la caída. Esto no solo da más peso a la acción, sino que también evoca una sensación de violencia o dramatismo.
Además, el pleonasmo puede funcionar como una herramienta para evitar ambigüedades. Aunque parece redundante, a veces es necesario repetir para aclarar un concepto. Por ejemplo, en la frase volver a casa de nuevo, aunque volver y de nuevo significan lo mismo, la redundancia ayuda a enfatizar que el regreso es más que un simple movimiento físico, sino un acto emocional o simbólico.
Ejemplos claros de pleonasmo en el lenguaje
Para entender mejor el pleonasmo, es útil ver ejemplos concretos. A continuación, te presentamos algunos de los más comunes:
- Iniciar el comienzo: Ambas palabras significan lo mismo, pero la repetición enfatiza el inicio.
- Ver con los ojos: Ver ya implica usar los ojos, pero la frase resalta la acción.
- Llamar a la puerta con la mano: Aunque se puede entender sin decir con la mano, la redundancia ayuda a visualizar la acción.
- Sobre el cielo: El cielo ya está arriba, pero la frase crea un efecto poético.
- Apretar con fuerza: La fuerza ya implica apretar con intensidad.
También encontramos pleonasmos en frases como hacer la guerra, ver con los ojos, o volver a casa de nuevo. Estas expresiones pueden parecer superfluas, pero su uso está justificado en contextos literarios o coloquiales para resaltar una idea o acción.
El concepto del pleonasmo en la retórica literaria
El pleonasmo es una herramienta fundamental en la retórica literaria, ya que permite al autor o orador enfatizar ideas mediante la repetición o la acumulación de información. Esta figura se basa en el principio de que, a veces, decir algo dos veces o con más detalle puede tener un impacto mucho mayor que decirlo una sola vez de forma directa.
Un ejemplo clásico es el uso del pleonasmo en discursos políticos o religiosos, donde se busca transmitir un mensaje con la máxima intensidad. Por ejemplo, en la frase el sol del amanecer, aunque el amanecer ya implica sol, la repetición ayuda a crear una imagen más vívida y poderosa.
En la poesía, el pleonasmo también se usa para crear ritmo y musicalidad. Por ejemplo, en la frase caer al suelo con el peso de la vida, la redundancia ayuda a enfatizar la gravedad de la acción. En este caso, el pleonasmo no solo resalta el significado, sino que también contribuye al estilo poético del texto.
Una recopilación de frases con pleonasmo
A continuación, te ofrecemos una lista de frases que contienen pleonasmo, útiles tanto para el estudio como para la práctica:
- Volver a casa de nuevo
- Ir caminando a pie
- Hablar con la boca
- Llamar a la puerta con la mano
- Ver con los ojos
- Iniciar el comienzo
- Cerrar con la mano
- Apretar con fuerza
- Sobre el cielo
- Hacer la guerra
Estas frases son ejemplos cotidianos que muestran cómo el pleonasmo se usa en el lenguaje coloquial. Aunque pueden parecer redundantes, su uso es común y, en muchos casos, intencional para dar énfasis o claridad.
El pleonasmo en el lenguaje cotidiano
El pleonasmo no solo se encuentra en la literatura o la retórica formal, sino también en el lenguaje cotidiano. En el habla informal, es común encontrar frases que parecen redundantes, pero que en realidad cumplen una función comunicativa. Por ejemplo, cuando alguien dice me lo dijo con palabras claras, está usando un pleonasmo, ya que dijo ya implica el uso de palabras.
En el ámbito publicitario, el pleonasmo también se utiliza con frecuencia para captar la atención del consumidor. Por ejemplo, en la frase el mejor de lo mejor, se repite la idea de mejor para enfatizar la calidad del producto. Este tipo de estrategias son muy efectivas en la comunicación comercial, ya que resaltan los atributos del producto de manera memorable.
Otro ejemplo es el uso del pleonasmo en frases como la fama de ser famoso, que aunque parece tautológica, se usa para resaltar el estado de celebridad de alguien. En este caso, el pleonasmo no solo enfatiza, sino que también añade un tono irónico o crítico.
¿Para qué sirve el pleonasmo?
El pleonasmo tiene varias funciones en el lenguaje. Primero, sirve para enfatizar una idea o acción. Al repetir o añadir información redundante, se le da más peso a lo que se está diciendo. Por ejemplo, en la frase volver a casa de nuevo, el uso del pleonasmo resalta el regreso como un acto significativo.
En segundo lugar, el pleonasmo puede usarse para evitar ambigüedades. A veces, decir algo de forma redundante ayuda a aclarar el mensaje. Por ejemplo, en la frase ver con los ojos, aunque ver ya implica el uso de los ojos, la redundancia ayuda a enfatizar que la percepción visual es el medio principal.
Por último, el pleonasmo se utiliza para crear un efecto estilístico o poético. En la literatura, en la música o en la oratoria, esta figura puede dotar de riqueza a las expresiones y hacerlas más evocadoras. Por ejemplo, en la frase caer al suelo con la fuerza de mil terremotos, el pleonasmo se combina con la hipérbole para resaltar el impacto de la caída.
El pleonasmo y sus sinónimos en la retórica
El pleonasmo puede considerarse un tipo de redundancia intencionada, y tiene cierta relación con otras figuras retóricas que también juegan con la repetición o la acumulación de ideas. Por ejemplo, la anáfora consiste en repetir una palabra o frase al inicio de varias oraciones para crear un efecto rítmico y emocional. Aunque no es exactamente un pleonasmo, comparte con él la intención de resaltar un mensaje.
Otra figura relacionada es la hipérbole, que consiste en exagerar una idea para resaltar su importancia. En algunos casos, el pleonasmo puede combinarse con la hipérbole para crear expresiones aún más potentes. Por ejemplo, en la frase llorar lágrimas de tristeza, el pleonasmo resalta la intensidad del sentimiento.
También puede relacionarse con la paralelismo, en la que se repiten estructuras similares para enfatizar ideas. Aunque no se trata de un pleonasmo estricto, la repetición de ideas o estructuras puede tener un efecto similar al de la redundancia intencional.
El pleonasmo en la literatura universal
El pleonasmo se ha utilizado a lo largo de la historia en la literatura universal para dotar de intensidad y profundidad a las obras. En la poesía, por ejemplo, se emplea con frecuencia para crear imágenes más vívidas y emocionalmente cargadas. Un ejemplo clásico es la frase caer al suelo con el peso de la vida, donde la redundancia resalta la gravedad de la acción.
En la literatura dramática, el pleonasmo también tiene un papel importante. En los diálogos de Shakespeare, por ejemplo, se encuentran frases como volver a casa de nuevo, que aunque parecen redundantes, sirven para enfatizar el regreso como un acto simbólico o emocional. Esto ayuda al público a conectar con los personajes y entender mejor sus motivaciones.
En la novela, el pleonasmo se usa para describir escenas con más detalle y profundidad. Por ejemplo, en la frase llamar a la puerta con la mano, aunque ya se entiende que se llama con la mano, la redundancia ayuda a visualizar la acción con mayor claridad. Esto es especialmente útil en narraciones donde es importante que el lector se imagine la escena de manera precisa.
El significado del pleonasmo en la retórica
El pleonasmo, como figura retórica, tiene un significado profundo en el lenguaje. Su función principal es enfatizar, aclarar o crear un efecto estilístico mediante la repetición o la acumulación de información. Aunque puede parecer redundante, su uso está justificado cuando se busca resaltar una idea o acción de forma intencional.
Desde el punto de vista retórico, el pleonasmo se considera una herramienta útil para captar la atención del público. Al repetir o añadir información redundante, se le da más peso a lo que se está diciendo. Por ejemplo, en la frase ver con los ojos, aunque ver ya implica el uso de los ojos, la redundancia ayuda a enfatizar que la percepción visual es el medio principal.
Además, el pleonasmo puede usarse para evitar ambigüedades. En algunos casos, decir algo de forma redundante ayuda a aclarar el mensaje. Por ejemplo, en la frase hacer la guerra, aunque guerra ya implica conflicto, la redundancia ayuda a enfatizar que el acto de hacer guerra es un acto activo y deliberado. Esto es especialmente útil en discursos políticos o históricos, donde es importante transmitir el mensaje con claridad.
¿Cuál es el origen del término pleonasmo?
El término pleonasmo proviene del griego pleónasmos, que significa abundancia o exceso. Este vocablo, a su vez, deriva de pleón, que significa más o mayor. La palabra se usó por primera vez en la antigua Grecia para describir una figura retórica que consistía en añadir más información de la necesaria para resaltar una idea o acción.
Los filósofos y retóricos griegos, como Aristóteles, fueron los primeros en estudiar y categorizar esta figura. En su obra *Retórica*, Aristóteles menciona el pleonasmo como una forma de redundancia intencional que se usa para enfatizar o clarificar un mensaje. Esta idea fue adoptada por los retóricos latinos y posteriormente por los estudiosos de la lengua en la Edad Media y el Renacimiento.
Hoy en día, el pleonasmo sigue siendo una figura importante en el análisis literario y retórico, no solo en la lengua griega o latina, sino en cualquier idioma que posea una riqueza expresiva suficiente como para permitir la redundancia intencional.
El pleonasmo y sus variantes lingüísticas
Aunque el pleonasmo es una figura universal, su uso varía según el idioma y la cultura. En algunos idiomas, como el inglés, el pleonasmo es menos común, ya que se prefiere la concisión. Sin embargo, en otros idiomas, como el español, el pleonasmo se usa con frecuencia tanto en el lenguaje coloquial como en la literatura.
Por ejemplo, en el inglés, una frase como to fall to the ground (caer al suelo) puede considerarse un pleonasmo, ya que fall ya implica el uso del suelo. En el francés, también se encuentran ejemplos similares, como tomber sur le sol (caer sobre el suelo), donde la redundancia ayuda a resaltar la acción.
En el árabe, el pleonasmo también es común en la literatura clásica, especialmente en la poesía y en los discursos religiosos. Por ejemplo, en la frase llorar lágrimas de dolor, la redundancia resalta la intensidad del sentimiento. Esto muestra que, aunque el pleonasmo puede parecer redundante, en muchos idiomas tiene una función estilística y expresiva muy importante.
¿Qué ejemplos modernos de pleonasmo conoces?
En la era digital, el pleonasmo también se ha adaptado al lenguaje de las redes sociales y la comunicación instantánea. En Twitter, por ejemplo, es común encontrar frases como volver a casa de nuevo o ver con los ojos, que, aunque parecen redundantes, se usan para enfatizar un mensaje o crear un efecto emocional.
En la publicidad digital, el pleonasmo se utiliza con frecuencia para captar la atención del usuario. Por ejemplo, en anuncios de productos tecnológicos, se suele usar frases como el mejor de lo mejor o el más rápido de los rápidos, donde la redundancia ayuda a resaltar las cualidades del producto.
En el ámbito del marketing, el pleonasmo también se usa para crear recordatorios más efectivos. Por ejemplo, en campañas de salud, se suele usar frases como saludar con salud o cuidar con cuidado, donde la redundancia ayuda a reforzar el mensaje y hacerlo más memorable.
Cómo usar el pleonasmo y ejemplos prácticos
Para usar el pleonasmo de manera efectiva, es importante tener claro su propósito: enfatizar, clarificar o crear un efecto estilístico. A continuación, te mostramos algunos ejemplos de uso en contextos diferentes:
- En la literatura: Caer al suelo con el peso de la vida resalta la gravedad de la caída.
- En la oratoria: Volver a casa de nuevo enfatiza el regreso como un acto significativo.
- En el lenguaje coloquial: Ver con los ojos ayuda a visualizar la acción con mayor claridad.
- En la publicidad: El mejor de lo mejor resalta la calidad del producto.
El pleonasmo también puede usarse para evitar ambigüedades. Por ejemplo, en la frase llamar a la puerta con la mano, aunque ya se entiende que se llama con la mano, la redundancia ayuda a aclarar la acción. Esto es especialmente útil en textos donde es importante que el lector imagine la escena con precisión.
El pleonasmo en la música y el cine
El pleonasmo también se ha utilizado con éxito en la música y el cine para resaltar emociones o ideas. En la letra de canciones, por ejemplo, es común encontrar frases como llorar lágrimas de tristeza o caer al suelo con la fuerza de mil terremotos, donde la redundancia ayuda a enfatizar el sentimiento o la intensidad de la acción.
En el cine, el pleonasmo se usa en diálogos para dar más peso a las palabras. Por ejemplo, en una película de drama, un personaje podría decir volver a casa de nuevo para resaltar el regreso como un acto emocionalmente cargado. Esto ayuda al espectador a conectar con el personaje y entender mejor su estado de ánimo.
También en la narración visual, el pleonasmo se usa para resaltar imágenes o escenas. Por ejemplo, en una película de terror, se puede mostrar una escena donde un personaje cae al suelo con el peso de la muerte, donde la redundancia ayuda a transmitir la gravedad de la situación.
El pleonasmo y su impacto en la comunicación efectiva
El pleonasmo no solo es una figura retórica, sino también una herramienta poderosa para la comunicación efectiva. Al usar palabras redundantes de forma intencional, podemos resaltar ideas, enfatizar emociones o incluso crear imágenes más vívidas. Esto es especialmente útil en contextos donde es importante captar la atención del receptor o transmitir un mensaje con claridad y fuerza.
Además, el pleonasmo puede ayudar a evitar ambigüedades. En ciertos casos, decir algo de forma redundante puede aclarar el mensaje y hacerlo más comprensible. Por ejemplo, en la frase ver con los ojos, aunque ver ya implica el uso de los ojos, la redundancia ayuda a enfatizar que la percepción visual es el medio principal.
En conclusión, el pleonasmo es una figura literaria que, aunque puede parecer redundante, tiene un propósito estilístico y expresivo muy clara. Su uso en la literatura, la oratoria, la música y el cine demuestra que no solo enriquece el lenguaje, sino que también permite al autor o comunicador transmitir ideas con mayor intensidad y precisión.
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